Los más recientes resultados de la Copa Mundial de fútbol 2018, los del sábado, cuando Croacia batió en penales a Rusia después de haber igualados a 2 goles en 120 minutos, e Inglaterra impuso su jerarquía frente a Suecia para vencerlos 2-0, dejaron un cuadro semifinal por demás interesante.
Los croatas, que vuelven a jugar esta penúltima instancia desde 1998, llegaron extenuados al compromiso del miércoles contra los ingleses después de sumar dos partidos consecutivos jugando el máximo de tiempo y además de la presión psicológica que significan las tanda de penales.
La escuadra balcánica, que buscará por primera vez ser finalista en un Mundial, deberá reponer energías para hacerle frente al poderío británico, que si bien no se ha exhibido como un equipo imbatible, de a poco han ido engranando y la actuación frente a los suecos dejó buenas sensaciones en cuanto al rendimiento colectivo.
La calidad de los centrocampistas de Croacia, compuesta por Luka Modric e Ivan Rakitic y considerada como una de las mejores del torneo, deberá ponerse de manifiesto al máximo tal y como lo hicieron en la fase de grupos frente a Argentina.
Modric no ha sido ese vendaval de aquel partido durante las etapas definitorias y lo de Rakitic ha sido más regular, pero de estar a tono, la selección “cuadriculada” podría ser un adversario bastante difícil para la Inglaterra de Gareth Southgate.
El combinado representativo del Reino Unido tiene a su favor ser considerado uno de los candidatos al título, incluso antes del certamen. La escuadra de Los Tres Leones ya sabe lo que es ganar en una semifinal y eso podría jugar también a su favor, aunque esta es una nueva generación talentosa, que nada tiene que ver con aquel plantel que alzó el trofeo en 1966.
Estos jugadores han manifestado que quieren devolverle la gloria al fútbol inglés, en cuanto a nivel de selecciones se refiere, y escribir su propia historia.
Southgate irá con el delantero Harry Kane como estandarte para intentar acabar con el sueño de los croatas. El actual goleador de la justa no pudo hacer nada en el partido previo, pero representa gran peligro para cualquier técnico rival. Aunque el también capitán no es la única herramienta de Inglaterra. Jesse Lingard, Dele Alli y Raheem Sterling demostraron frente a Suecia, que a pesar de no haber brillado como se esperaban, tienen las virtudes necesarias para causar estragos a cualquier defensa.
Si este trío logra sacar su mejor potencial y Kane muestra su olfato goleador tal y como lo hizo en la primera vuelta, Croacia tendrá serias dificultades para al menos jugar el tan anhelado séptimo desafío de un Mundial.
Ambas oncenas llegarán al partido con conocimiento de quién sería su potencial oponente en la gran final, porque un día antes Francia y Bélgica batallarán por el otro cupo.
Será una dura confrontación entre los “vecinos” europeos en el estadio Krestovskin de San Petersburgo, lugar en el que también se pondrá a prueba la capacidad de muchos jugadores llamados a ser las estrellas del mañana y que han llevado a sus respectivas selecciones hasta esta fase.
Bélgica no sabía lo que era jugar una semifinal desde 1986, cuando en México fueron derrotados por la campeona Argentina de Diego Armando Maradona y luego quedaron cuartos tras caer en el partido por el tercer lugar precisamente ante Francia.
Roberto Martínez, técnico español que lleva las riendas de la selección belga, tiene como aliado a un histórico jugador francés, que de hecho fue campeón del mundo en 1998: Thierry Henry.
La sapiencia de quien llegó a ser uno de los mejores ariete del balompié internacional podría ser de utilidad para Bélgica, que a pesar de haber sido contundente en sus dos más recientes actuaciones, atravesó momentos apremiantes a nivel defensivo y que deberán ser corregidos para trascender y no depender solo de lo que pueda hacer su poderoso tridente ofensivo conformado por Eden Hazzard, Romelu Lukaku y Kevin de Bruyne.
Los de Didier Deschamps fueron los verdugos de dos escuadras suramericanas (Argentina y Uruguay) con fútbol directo y contundente liderados por la figura joven de Kylian Mbappe. El atacante del Paris Saint Germain ha sido una de las vedette de la Copa y se antoja como la principal amenaza para la zaga belga, que tiene hombres de oficio en esa última línea, pero ya con edad avanzada.
Mbappe es solo uno de las armas con las que cuenta Francia. Antoine Griezzman y el propio Paul Pogba, si bien no han destacado como se previó, de a poco han ido subiendo su rendimiento y podrían hacerle pagar las consecuencias a cualquier conjunto.