“La revolución de los equipos pequeños”. Así muchos han definido lo que ha sido hasta ahora el Mundial Rusia 2018. Y tienen base para hacerlo. La jornada de este miércoles si bien no contó con ninguna sorpresa, porque los favoritos ganaron, la manera en la que estos lo hicieron deja mucho que pensar.
Tanto Portugal, como Uruguay y España tuvieron que exigirse al máximo para batir a sus respectivos rivales y dar un paso hacia la clasificación a los octavos de final. Un gol les bastó a cada uno para dirimir las acciones frente a Marruecos, Arabia Saudita e Irán respectivamente.
Aunque del trío, la que menor brillo mostró fue la selección española. Solo un gol de carambola de Diego Costa, tras un despeje de un defensor iraní al minuto 54, pudo rescatar lo que pudo haber sido una decepcionante actuación.
El “lagarto” aprovechó el regalo para aumentar su cuota goleadora a tres, con los que iguala en la segunda casilla al ruso Denis Cheryshev, superados ambos por Cristiano Ronaldo.
El astro lusitano fue el autor de la única diana del partido con el que su combinado doblegó a los marroquíes y alcanzó los 4 puntos, misma cantidad que España.
Ronaldo aprovechó una desatención defensiva dentro del área para con la cabeza alcanzar su cuarto gol de la Copa y superar a Ferenc Puskas como el máximo goleador europeo en torneos internacionales.
Marruecos pudo haber dado la campanada de no haber sido por la falta de efectividad que mostraron, porque en el juego fueron mucho superiores al seleccionado portugués.
Mientras que Uruguay con un tanto de su goleador Luis Suárez batió a la discreta delegación saudí y le dio alcance a Rusia en el primer lugar del Grupo A con 6 puntos para cada uno y ambos se deberán enfrentar para definir quién queda como el líder absoluto de cara a la siguiente fase, en la que ya tiene su lugar asegurado.