Considerado como uno de los mayores bateadores de todos los tiempo, Robinson rompió la barrera del color como jugador y manager. El integrante del Salón de la Fama de Cooperstown tenía 83 años.
"El historial de Frank Robinson en nuestro deporte es excepcional, un pionero en todos los sentidos, cuyo impacto se extendió por generaciones", afirmó el comisionado Rob Manfred en un comunicado.
Durante su carrera como pelotero, Robinson disparó 586 jonrones, al momento de su retiro era el cuarto en la lista de todos los tiempos, sólo detrás de Hank Aaron, Babe Ruth y Willie Mays, ahora es 10mo. Fue nombrado el Jugador Más Valioso con Cincinnati (1961) y Baltimore (1966), siendo hasta el momento el único jugador en ganar tal distinción en ambas ligas. Los Rojos, Orioles e Indios retiraron el número 20 de Robinson y le homenajearon con sendas estatuas en sus estadios. Su nombre aparece en el anillo de honor de los Nacionales.
En 1956 gana el premio Novato del Año jugando para los Rojos de Cincinnati. En 1966 el jardinero gana la triple corona de bateo, como miembro de los Orioles de Baltimore, al disparar 49 jonrones, impulsar 122 carreras y batear para .316, convirtiéndose en la pieza fundamental para que su equipo (Orioles) ganara la serie mundial de ese año. Participó en 12 Juego de Estrellas como jardinero.
Robinson se convirtió en el primer mánager afroamericano en las mayores cuando los Indios de Cleveland lo contrataron en 1975 como manager - jugador. En su primer turno al bate como jugador-mánager, bateó un jonrón. Fue además manager de San Francisco, Baltimore y Montreal. Asimismo se convirtió en el primer piloto de los Nacionales de Washington.
Frank Robinson en su rol de manager con los Expos de Montreal
Al terminar su carrera de 21 temporadas en la mayores, dejó un promedio de bateo de ,294, 586 home runs y 1812 carreras impulsadas, participando en 2808 juegos. Sus mejores años fueron con los Rojos de Cincinnati y los Orioles de Baltimore. Fue elegido al Salón de la Fama en su primera aparición en las boletas para el recinto de Cooperstown.
Más tarde, Robinson pasó varios años trabajando como ejecutivo de MLB.
En el béisbol del Caribe, dirigió en Puerto Rico a los Cangrejeros de Santurce en 1971.