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Venezuela y República Dominicana se disputan el premio Novato del Año


La inversión realizada por las organizaciones del béisbol mayor en conjunto con los comisionados de las Grandes Ligas en Latinoamérica desde el inicio del siglo XXI, ha resultado todo un éxito.

Cada vez son más los jugadores del centro y sur del continente americano que tienen la oportunidad de conseguir sus objetivos de convertirse en estrellas del béisbol.

Lo que muy verosímilmente no esperaban en las oficinas de la MLB era que estos virtuosos peloteros no nacidos en territorio estadounidense fueran a tener un impacto tan profundo en la liga como lo han tenido hasta ahora y que en la actualidad ha propiciado que la gran mayoría de los titulares de la prensa deportiva, tanto local como extranjera, fueran ocupados por latinos.

Era aún menos factible pensar, que a estas alturas uno de los galardones más importantes a entregar al finalizar cada temporada, el del Novato del Año, tuviera exclusivamente entre sus principales candidatos a toleteros que vieron la primera luz del mundo en dos de los países mayores exportadores de talento como lo son Venezuela y República Dominicana.

Ambas naciones se encuentran actualmente envueltas en una “sana disputa”, para ver cuál de las dos produjo las nuevas joyas más preciadas de las mayores.

Lo más llamativo de todo es que cada una de estas legiones tiene al menos a un fuerte contendiente al premio en los respectivos circuitos. Pues en la Liga Nacional existe una férrea lucha entre dos de los jugadores más jóvenes del campeonato, Ronald Acuña jr (20 años de edad )y Juan Soto (19 años de edad); mientras que en la Liga Americana Gleyber Torres (21 años de edad) y Miguel Andújar (23 años de edad) están en plena pugna, incluso formando parte del mismo equipo.

La particularidad de esta épica batalla reside en que de acuerdo a cómo se ha desarrollado durante las últimas semanas, al final cada delegación podría tener a un digno vencedor, considerando que Acuña jr y Andújar, estadísticamente, conservan una ligera ventaja sobre Soto y Torres, respectivamente.

El jardinero de los Bravos de Atlanta, con su accionar justo después de que se efectuó el Juego de Estrellas, lo único que ha hecho es perseguir, igualar y hasta implantar marcas, no solo en la franquicia, sino en toda las Grandes Ligas, y también entre sus paisanos.

Dicha actuación le sirvió al venezolano, además de coronarse como el mejor novicio en el mes de agosto, para meterse nuevamente en disputa con Soto, quien con su arrolladora irrupción con los Nacionales de Washington, se perfilaba como el gran favorito para el trofeo que reconoce al novicio más destacado del certamen.

Los números de Soto y Acuña jr no distan mucho unos de los otros, al menos los tradicionales. Hasta el viernes, el quisqueyano ostentaba .297 de promedio, con 20 jonrones, 65 carreras impulsadas y .929 de OPS (sumatoria de porcentaje de embasado y porcentaje de slugging). Por su parte, el oriundo del estado Vargas,Venezuela, registraba average de .290, 26 cuadrangulares, 58 remolcadas y OPS de .931.

Aunque estas cifras no representan realmente la importancia que ha tenido uno u otro en sus respectivas novenas. Los apasionados de la sabermetría, la tendencia que poco a poco ha tomado protagonismo en el juego, sostienen que Acuña jr ha sido más fundamental para la gran temporada de los Bravos, de lo que ha podido ser Soto en los capitalinos. Una base sustentable que avala tal afirmación está en la amplia diferencia que conserva el de Venezuela con respecto a su adversario en el renglón del WAR, que determina el verdadero aporte del jugador en todas sus facetas sobre el terreno.

En este excéntrico apartado Acuña jr posee 4.1 en una escala en la que 8 representa la cifra máxima. Soto, en tanto, marca 2.8, apenas por encima de la media.

Cara opuesta

En la Liga Americana ocurre todo lo contrario. Miguel Andújar, tercera base de los Yanquis de Nueva York, supera levemente a su compañero de equipo, Gleyber Torres, a pesar de que el venezolano también ha logrado inscribir su nombre en diversos registros de la escuadra más histórica y emblemática del béisbol.

El originario de la ciudad dominicana de San Cristóbal y tercera base cargó con la ofensiva de los mulos por buena parte de la campaña, cuando Gary Sánchez y Aarón Judge debieron ausentarse por lesión. Incluso, Andújar se benefició de que Torres se vio inmerso en un letargo producto de la molestia física que sufrió en la cadera.

Aún así, la cosecha del caraqueño no deja de ser merecedora de al menos una buena cantidad de votos para el galardón. En 26 partidos menos que su compinche Andujar, Torres exhibe dos vuelacercas (23) menos que el dominicano, además de las para nada despreciables 71 empujadas y .277 de cociente ofensivo. Asimismo, fue distinguido en un par de ocasiones como el Novato de la Semana en la Americana.

No obstante, para su beneplácito, su WAR, que es de 2.8, termina inclinando un poco la balanza a su favor, porque Andújar, con 2.0, no presenta una cifra llamativa como para sobresalir entre el resto de los jugadores que ven acción en el torneo.

Aunque esta batalla cabeza a cabeza se ha presentado cada vez que se escucha la voz de playball en los estadios en donde participan estas cuatro futuras estrellas de la gran carpa, todos han demostrado que se trata de una competencia netamente deportiva, porque fuera de los terrenos conservan relaciones de hermandad y amistad, esa que suele existir entre los jugadores que le ponen el sabor caribeño a las jornadas de las Grandes Ligas.

Foto composición: The Ringer.

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