Las pretensiones de Paul George de algún día poder verse uniformado con los colores púrpura y dorado de Los Ángeles Lakers cada vez están más lejos. El amor que el alero en algún momento al final de la campaña 2016-2017 le profesó a la escuadra californiana sigue siendo un imposible, al menos por ahora.
De acuerdo a un reporte del afamado periodista estadounidense Adrian Wojnarowski, quien sigue las incidencias de la NBA para la cadena deportiva ESPN, los Pacers a mediados del año pasado le ofrecieron a Magic Johnson y su departamento los servicios de George, pero esperaban a cambio Brandon Ingram y al futuro número dos del Draft 2017, que terminó por ser Lonzo Ball.
Dicha propuesta no tentó a los directivos de los Lakers, quienes la desestimaron y prefirieron mantener a las jóvenes promesas del futuro, sobre todo para la etapa de reconstrucción que planifican hacer en base a LeBron James.
Precisamente James, la última flamante contratación de los múltiples ganadores de títulos en el mejor baloncesto del mundo, le cerró las puertas por segundo año a George, quien optó por mantenerse con los Oklahoma City Thunders por cuatro campañas más y 137 millones de dólares.
Para los Pacers haber enviado a “PG13” al conjunto de los truenos resultó también un gran negocio. Si bien no pudieron obtener a Ingram y Ball, adquirieron a un par de elementos con cierta experiencia en la liga, como lo son Víctor Oladipo y el lituano Domantas Sabonis, quienes determinaron siendo importantes en la campaña anterior.
Incluso, Oladipo fue uno de los que mayor rendimiento mostró y fue el ganador del premio al jugador de mayor desarrollo.
Mientras que George mostró una titubeante campaña junto con Russell Westbrook y Carmelo Anthony en Oklahoma, a pesar de que sus estadísticas individuales no estuvieron del todo mal. Dejó 21,9 puntos, 6,2 rebotes y 3,2 asistencias por partido, durante las 79 actuaciones que tuvo, todas como titular.
Foto: NBA.com