A través de la historia hemos sido testigos de cómo grandes deportistas llegan a convertirse en ídolos y hasta llegan a ser considerados como una especie de “dioses” por las personas que los veneran. Resulta un fanatismo descabellado, pero son las sensaciones que cada uno de ellos es capaz de despertar gracias a sus destacadas actuaciones.
Aunque en ocasiones, muchos olvidan que a pesar de todos sus logros son seres humanos y son propensos a cometer errores, tal y como sucedió con el mexicano Esteban Loaiza, un ex lanzador que llegó a ser una figura en el béisbol de las Grandes Ligas y que ahora es noticia y no precisamente por algún logro positivo.
Loaiza se encuentra frente a la que quizás es la situación más desafortunada de su vida. El próximo 2 de noviembre conocerá la sentencia de su caso por haberse declarado culpable por el tráfico de estupefacientes.
En febrero de 2018, el mexicano que brilló con la camiseta de los Medias Blancas de Chicago y los Yankees de Nueva York, fue arrestado en San Diego, California, después que se le incautó una camioneta tipo vans con 22 kilos de cocaína, encontrada en el estacionamiento de una vivienda alquilada a su nombre en la localidad de Imperial Beach.
En principio Loaiza se declaró inocente y su caso fue desechado por juzgado estatal y el pasado 10 de agosto, durante una audiencia en una corte federal de California, Estados Unidos, decidió aceptar la culpabilidad y quedó bajo libertad condicional hasta el día de la sentencia, en la que incluso podría esperar una condena de mínimo 30 años o hasta cadena perpetua.
Extraoficialmente se conoció que la justicia estadounidense tiene planificado deportarlo a su natal México, pese a poseer el estatus de residente legal permanente.
Esteban Loaiza pasa a engrosar la lista de deportistas involucrados en narcotráfico y el segundo de importancia en los registros de jugadores que en algún momento destacaron en el béisbol de la MLB.
El también pitcher Denny McLain fue privado de libertad en 1985 por extorsión y tráfico de drogas. Al que fuera estrella de los Tigres de Detroit en la temporada de 1968 cuando ganó hasta 31 partidos, se le fue conseguido tres kilos de cocaína y además intentó extorsionar a las autoridades para que le permitieran zafarse del incidente, por lo que tuvo que cumplir 23 años tras las rejas y pagar una multa de 8.900 dólares, para entonces.