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Kovalev y Ward, el choque de dos civilizaciones


Sergey Kovalev defenderá sus tres cinturones del peso semicompleto frente a Andre Ward. (Foto: Getty)

El estadounidense Andre Ward y el ruso Sergey Kovalev se enfrentarán en un duelo de invictos este sábado en Las Vegas en la pelea más esperada del año.

En una época boxística en la que los mejores evaden a los mejores, donde la economía prima sobre la competencia deportiva, y donde los aficionados enardecen por no ver las peleas que quieren ver, es de agradecer que Andre Ward y Sergey Kovalev, dos de los mejores boxeadores libra por libra en el mundo, ambos invictos, hayan aceptado encontrarse sobre un ring para disputar el campeonato mundial unificado de la categoría semipesada el 19 de noviembre en Las Vegas. Tres cinturones que un estilista, Ward, quiere retirar de la cintura de uno de los peleadores más destructivos del momento, Kovalev.

El boxeo lo necesitaba. Hoy, las redes sociales están hirviendo con aficionados al boxeo que se dicen hartos de recibir excusas de parte de tal o cual peleador; de esperar por negociaciones que llegan a durar años para terminar siendo peleas donde la presión acumulada termina por asfixiar a sus protagonistas, como ocurrió con el encuentro entre Manny Pacquiao y Floyd Mayweather, la más anticlimática de todas las Peleas del Siglo.

Andre Ward y Sergey Kovalev no son las grandes superestrellas del boxeo, en el estricto sentido de la popularidad. No son los boxeadores que congregarán millones de familias frente al televisor, pero son dos de los peleadores más competitivos de años recientes. Dos boxeadores, que casi sin chistar, han pactado enfrentarse sobre un ring.

La legendaria revista The Ring que tiene el listado libra por libra más citado de la industria tiene a Sergey Kovalev en el lugar dos, mientras que Andre Ward ocupa el cuarto sitio. Otra publicación centenaria, la inglesa Boxing News, coloca a Ward en el dos, y a Kovalev en el tres.

Los puristas del boxeo encuentran en la pelea entre Ward y Kovalev el bálsamo que Pacquiao y Mayweather les negaron en su momento sobre el ring. Y buscan resarcir también la eterna promesa incumplida que Gennady Golovkin y "Canelo" Álvarez les han regateado en la pelea más deseada en la actualidad. Esa pelea que ha sido frenada por los promotores, quienes aseguran que hay que dejarla marinar para luego sacarle el máximo beneficio económico posible. Un marinado, cuya receta perfeccionaron Pacquiao y Mayweather.

Es por eso que una pelea que se pactó sin titubeos como la de Kovalev y Ward es atesorada y agradecida. Lo es también porque reúne la gran intriga que se puede gestar sobre un cuadrilátero: la del destructor contra el estilista.

clásico golpeador de la mafia rusa que habla un inglés tosco y rudimentario. El personaje quizás rebasa la ficción, pues Kovalev camina por la vida con la temible aura de aquel que ya mató a un rival con sus puños. En 2011, Roman Simakov fue sacado del ring en camilla luego de sucumbir ante el golpeo de Kovalev y murió unos días después. A Kovalev le llaman el Triturador, por lo rigurosamente destructivo que es su trabajo de demolición; un golpeador de gran frecuencia, ritmo y poder. Kovalev emergió de los escombros del boxeo post soviético, y probó fortuna en Estados Unidos, donde asegura que realizó gratis sus primeras 18 peleas, con tal de hacerse de un nombre. Las sutilezas no están hechas para Kovalev, quien ha tenido que abrirse paso, literalmente, a puñetazos. En sus blasones hay un nombre que resalta por mucho sobre los demás, un futuro miembro del Salón de la Fama como es Bernard Hopkins, que con 49 años era un prodigio de la longevidad, un curtido y habilidoso veterano a quien el ruso despojó de dos cinturones de campeonato mundial.

Andre Ward es el perfecto contraste. Medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Ward surgió del cuidadoso aparato deportivo norteamericano, patrocinado por Nike, y dueño de todas las sutilezas que el noble arte puede esconder. Invicto y habilidoso, calculador, rápido de pies y manos, pensante. Ward es un exquisito, cuida las formas, es un libro de texto. Colecciona las cabelleras de todo tipo de guerreros: Froch, Kessler, Abraham, Dawson, golpeadores exquisitos, todo terrenos, aspirantes o suspirantes. Pero todo ello, en peso súper medio. Ward sube una categoría, a la semi pesada, luego de hacer apenas cinco peleas desde 2011. Parado por lesiones y por litigios, Andre Ward busca desenvolverse en la pelea más importante de su carrera, la que lo puede encumbrar hasta lo más alto, o lo puede retirar de la profesión.

El combate de Andre Ward y Sergey Kovalev es el choque de dos civilizaciones. Casi tan definitivo para el imaginario de la historia moderna como Rocky y Drago, dos escuelas, dos formas de abrirse paso en la vida, dos formas de ver y sentir el boxeo. Es por ello que la intriga que genera este enfrentamiento, hace erizar la piel de los más puristas del boxeo, aunque a los ocasionales sólo les resulten dos nombres exóticos cuya pelea imaginaran transmitiéndose en alguna oscura y humeante cantina en decadencia.

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