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Historia de un ídolo: RICARDO MONTANER (I)


El Magazine Sports Arts & Spectacles se complace en llevar a todos sus lectores en todos los rincones del planeta, el libro “Como se Llega a la Cima del Cielo”, escrito por el periodista e investigador venezolano Orlando Bohórquez. Este interesante libro que narra la historia del ídolo de la canción Ricardo Montaner, con prólogo del insigne músico, compositor y poeta venezolano Simón Díaz, lo estaremos presentando por entregas. Que lo disfruten!!!

Prólogo

Es muy importante enaltecer el buen trabajo del ser humano y sobre todo del artista quien nos sirve de motivación, por que nos motiva en el amor: a la pareja, al país, a los ideales o también a la querencia, llegando su obra directamente a nuestras almas para hacernos meditar sobre cualquier tema de la vida. Siempre el artista está pendiente del público pero, el público a veces no tiene los medios para saber del artista, de sus sentimientos, de sus alegrías o sufrimientos o de lo duro que significa sacrificar gran parte de la vida en nombre del arte. Por eso estoy lleno de alegría y agradecimiento con Orlando Bohórquez por abrir una ventana para conocer un poco de la vida de uno de los más talentosos venezolano que tengo el placer de conocer y más que eso haber vibrado llorado y reído con su vena artística, Ricardo Montaner, quien habiendo nacido en Argentina hace algunos añitos es mas criollito que el pabellón criollo o más bien que un par de huevos chimbos.

Ricardo Montaner ha sabido vivir sus altos y bajos, su proyección nacional e internacional, su popularidad, sus éxitos, sus conciertos y hasta sus innumerables récords de ventas discográficas con la más apropiada base que un artista pueda usar, “la humildad”, por eso es que llega de verdad a nuestros sentimientos, porque esa humildad le permite ver claramente y tocar nuestros corazones como me lo tocó a mí cuando me llevó a dar un paseo por “La Pequeña Venecia”.

Asómate por esta ventana y descubre el mundo de un gran venezolano el cual admiro quiero y estimo de gran manera.

Simón Díaz

PRESENTACION

Ricardo Montaner, definitivamente nació para la música, lo cual fue demostrando en las diferentes facetas y edades de su sana vida, que ya casi alcanza el “medio cupón”, o la “elegía a medias” como decía el desaparecido poeta venezolano (maracucho), Hesnor Rivera, cuando hablaba de los primeros cincuenta años de edad, donde no escapan las alegrías, pero tampoco las tristezas.

Así ha sido la vida de Héctor Eduardo Reglero Montaner, a quien ahora todo un amplio universo le conoce como Ricardo Montaner. Cuántos sabores y sinsabores tuvo que soportar este hombre, pequeño de estatura, pero gigante en conocimientos, para poder ascender a la famosa “cima del cielo”.

Simplemente se puede resumir en una expresión “la procesión se lleva por dentro” pero también es cierto que “la fe mueve montañas”. Con esto último, prácticamente el autor de estas líneas parafrasea a un humorista venezolano, que se lucía en una de sus intervenciones del espacio televisivo, creado por un argentino, pero que echó raíces en Venezuela, como es la aún vigente “Radio Rochela”, de RCTV, original de Tito Martínez del Box. En el caso de Montaner, su fe le llevó a mover montañas y a escalar la cima de esas montañas.

Ha tenido que ser muy perseverante en su idea de triunfar artísticamente, ya que siempre hubo férrea competencia, dentro y fuera del país, pero indudablemente que su carisma, aunado a su facilidad para crear canciones y su virtud de gran vocalista, le han llevado a donde el siempre quiso, al tope de la popularidad en más de un continente y lo que falta, porque sigue trabajando como el primer día, para seguir escalando.

Es Montaner, una figura que va más allá de lo musical, de hecho una buena parte de sus ganancias millonarias, son invertidas en obras sociales, junto a su esposa Marlene Rodríguez Miranda. Ambos han creado y se han puesto al frente de instituciones benéficas, que ayudan a niños y ancianos de diferentes confines latinoamericanos.

Ha sido además un padre integral con sus cinco hijos, procreados en dos parejas. La primera de ellas Ana Rosa Vaz, progenitora de sus dos primeros retoños Alejandro y Héctor. Luego vinieron Ricky, Mauricio y Eva Luna, de su actual unión matrimonial.

En dos décadas de triunfos artísticos internacionales, pero con más de treinta años dentro de la actividad musical, como baterista, intérprete y cantante, contando a partir de sus inicios en Maracaibo, región petrolera de Venezuela, nuestro personaje ha conquistado multitudes, siendo reconocido como uno de los artistas más querido y vendedor de discos del continente americano. Su agenda siempre esta full, por que le llueven los contratos, debido a su calidad histriónica y a la amplia cantidad de temas que como cantautor ha popularizado.

En esta obra sobre la vida, desde su nacimiento, de Ricardo Montaner, ustedes amigos lectores y seguidores de este artista, podrán conocer los momentos gratos e ingratos de esta figura, que como un maestro de la perseverancia, ha sabido llegar a lo más alto del pedestal de los Dioses, del arte del espectáculo.

RICARDO MONTANER (1)

DESDE NIÑO EL SUEÑO DE ARTISTA:

Cuando los niños o niñas son consultados por sus padres, parientes o vecinos, sobre que quieren ser cuando sean grandes, la mayoría responde que quieren ser policías, bomberos, ingenieros, doctores, enfermeras o algo que se asemeje a la actividad que hagan los papás, en el caso de los varones. Con las niñas ocurre, que muchas dicen que desean ser lo más parecido a sus madres. En el caso del niño Héctor Eduardo, es decir el futuro cantante Ricardo Montaner, ya decía que le gustaba la idea de ser artista, le atraía lo musical.

Ese pensamiento no lo abandonó jamás y muy por el contrario, cada vez se le acentuaba más esa inquietud, hasta convertirse prácticamente en una obsesión que lo llevaría a tener situaciones difíciles, ya que buena parte de su entorno familiar, entendía que él debía estudiar una carrera universitaria y dedicarse a trabajar, para que pudiera producir dinero, ya que sus padres no eran precisamente personas adineradas.

Llegó a ser terco en su afán de brillar como los astros, en los más grandes escenarios del mundo. Pensaba y afirmaba, que algún día él podía cristalizar el sueño de llevar su música a los diversos sectores de la población, dentro y fuera de su país de origen, es decir Argentina y luego fortaleció ese pensamiento, cuando llegó al país que lo adoptó, léase Venezuela.

Su figura, de baja estatura, de aspecto travieso, inquieto, bonachón, con inmenso carisma y derroche de simpatía, lo hacen grande, vistoso, arriba de los escenarios. Cuando está entre luces de colores y sonidos en medio de su espectáculo, se crece al compás de los ritmos que interpreta, porque él sabe adaptarse a los tiempos y a los gustos de sus fans, que nunca tienen tiempo para aburrirse, cuando está desarrollando sus shows, porque tiene la virtud de saber manejar a sus seguidores. Igualmente en su contacto diario con sus fans, con los periodistas, familiares y amigos en general, es de trato afable. Todo eso le permite ser una figura que atrae positivamente. Es como los buenos vinos, que con el paso del tiempo gustan más.

Otro detalle en la personalidad adquirida por Montaner, es que en su hablar se nota muy marcado el acento maracucho, mucho más que el de muchos nativos de Maracaibo. Posee unas muletillas en su contacto con amigos cercanos, como por ejemplo cuando se despide les dice “que te crezca”. Asimismo para llamar la atención de alguien muy de su confianza, le nombra, “epa loco como estáis, decime…..”. Son características que fue sumando a su forma de comportarse con la gente que aprecia.

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